¿Es posible la química en línea?

El comediante Adam Sandler dijo una vez: «La química puede ser algo bueno o malo. La química es buena cuando haces el amor con ella. La química es mala cuando haces crack con ella». Dejando de lado las bromas, la química es uno de los ingredientes más importantes en cualquier relación. Pero con tantas relaciones que ahora se forman a través de Internet, ¿es posible la química en línea?

La química se define como «la interacción emocional o psicológica entre dos personas, especialmente cuando se experimenta como una poderosa atracción mutua». La definición no menciona nada sobre la necesidad de un contacto físico uno a uno para que ocurra la química. Entonces, parece que la química en línea es absolutamente posible.

También es importante darse cuenta de que, si bien la química en línea es posible, la parte en línea de una relación es solo el comienzo y, finalmente, tendrá que llevarse al «mundo real». Reunirse en línea ofrece a las personas ocupadas una gran salida para conocer a una contraparte y descubrir lo que tienen en común (es decir, música, libros, trabajos, familia, religión, política).

Los expertos en citas han argumentado que la química es algo que se siente y no se puede expresar a través de un monitor, teclado o mouse. Esto tiene sentido hasta cierto punto. La forma en que una persona huele, sabe o siente, así como el sonido de la voz de una persona, pueden ayudar a crear química. Pero no son los únicos ingredientes necesarios.

La química es evidente cuando dos personas se encaprichan entre sí y aumentan los niveles de dopamina. Esto se puede lograr mediante la interacción en línea. Basta con mirar «Cincuenta sombras de Grey» y otras novelas eróticas que cambian los niveles químicos de una persona simplemente al conjurar pensamientos, situaciones e imágenes sexuales en la cabeza. No es como si hubiera dos personas representando físicamente las escenas del libro.

Conocer a alguien en línea es una excelente manera de iniciar una conexión y establecer química. Por supuesto, no sustituye a lo real: el tacto, el olfato, el gusto de persona a persona, etc. Pero, de nuevo, no todas las relaciones tienen situaciones ideales.